Boda en Cartagena
Mie. 24 de agosto del 2022
Mi mochila azul, hacía juego con mi maleta. Llegamos al
aeropuerto Jorge Chávez a las 923am, dos y media hora antes del vuelo.
Tengo doscientos dólares en efectivo para cualquier eventualidad,
y cualquier otra cosa con tarjeta de crédito.
Nos pidieron en el counter el carnet de vacunación, los DNI
y los boarding pass. El vuelo a Cartagena es de Avianca y paramos en Bogotá por
dos horas, el avión moderno, cada asiento con pantalla, vi la película About
time, traducido como Una cuestión de tiempo, que me encantó. Nos dieron
un sándwich de jamón, con queso, lechuga y un paquetito de
galletas de chispas de chocolate.
En Bogotá hicimos cola de una hora y media en
migraciones, preocupados, corrimos al gate a tomar la conexión, llegamos con
las justas, (feliz de haber tenido zapatos cómodos) y cerraron la puerta del
avión. El vuelo estaba repleto. Ofrecían botellas de agua. Llegamos puntuales.
Nos esperaba la trasladista Patricia de una operadora quien nos comentó que se
recibía mejor cambio en los bancos que en las casas de cambio (un dólar por 4000 pesos colombianos).
El vestido para el matrimonio lo compré con mucha
anticipación. Color negro con flores turquesas y fucsias, adelante me llegaba
la altura de la rodilla y atrás caía hasta el suelo.
El papá del novio, mi hermano, nos reunió a toda la
familia en el restaurante San Nicolás, en el barrio de Getsemaní, tomamos un
taxi hasta allá 10,000pesos. Una banda tocaba música en vivo.
Que alegría verlos a todos, comenzando por mi sobrino
con su futura esposa. Mis hermanos, también estaban mi prima con su esposo, una
hija de mi otra prima, y el hijo de mi otro primo, todos ellos viven en
Washington. Mi hija mayor, comentó de su primer año de estudios en Italia.
Jue. 25 de agosto
A la mañana siguiente, el desayuno consistía en fruta
variada, jugo de guayaba, café, pan tostado, mantequilla y mermelada.
dejar la camisa de mi esposo en la lavandería y
caminamos por la playa de Boca grande. Muchos vendedores ambulantes. Llegamos a
la punta, a la zona de Laguito, entramos a un restaurante a tomar jugo de maracuyá
y guayaba.
En la tarde teníamos un Welcome drink en el barco pirata,
debíamos estar en el muelle a las 4pm.
Entramos por la puerta cuatro, no
había puerta 6, como decía la invitación. Los mozos nos traían tragos y
bocaditos y entrada la noche, la cena consistía en tres tipos de paellas
diferentes, carne, mariscos y pescado.
El paseo por la Bahía es inigualable, parte a las 530pm,
apreciamos el atardecer abordo y como las luces de la ciudad se van
prendiendo. Al salir del barco, se puede seguir
la diversión en Las Chivas, pura diversión, baile y rumba. (30,000 pesos).
Vie. 26 de agosto
Desayuno: Huevos con tomate y cebolla. Café con leche,
jugo, pan con mermelada.
Teníamos programado disfrutar de un día de playa. Mi
ropa de baño hacia juego con mi toalla, con las sandalias y mi tomatodo. En el
supermercado compramos un cooler lleno de cervezas, y snacks. La reunión
familiar fue enfrente al hotel Caribe. El mar es
tibio, el aire caliente, se pueden hacer deportes náuticos en moto, bananas, etc.
El esposo de mi prima perdió los lentes de sol (con medida) en el mar, no se dio
por vencido, todos a buscar, la marea jalaba hacia un lado, a lo lejos se ve a
una señorita meterse al agua, y encuentra los lentes, cuando se iba a echar
agua a la cara, el esposo de mi prima no podía creer el milagro que
acababa de ocurrir.
Caminamos hasta el restaurante la
OLLA CARTAGENERA, donde disfrutamos de una exquisita comida y bebidas. Luego
nos dirigimos al hotel GHL Colección Armería Real Hotel, hermoso
establecimiento tipo colonial. Nos ofrecieron una refrescante piña colada.
Sáb. 27 de agosto
EL DIA DEL MATRIMONIO
El clima bastante
caluroso, vestirse con polo manga corta y shorts. Mañana libre para visitar el
Convento de Popa, Es el punto más elevado de la ciudad y desde su cima se
tiene una visión panorámica perfecta de toda la ciudad, del mar caribe y
de la isla de Tierra bomba. Fotos en la plaza de los zapatos, (si logras
meterte al zapato la leyenda dice que adelgazaras unos cuantos kilos).
Proseguimos a El Castillo San Felipe de Barajas es una fortificación. Su
nombre real es Fuerte de San Felipe de Barajas. Está situado sobre un cerro
llamado San Lázaro y fue construido en 1657 durante la época colonial española.
Al regresar al hotel compramos en una panadería, pan de
yuca con queso, es típico y delicioso.
Nos arreglamos para el matrimonio, vestido largo y
zapatos altos. Llegamos a la catedral 430pm.
La puerta de la catedral se abría a
las 5pm. Mientras esperaba caminé hasta la esquina y ví la reunión de las damas
de honor, con su vestido de seda largo de color menta. Entramos a la catedral,
nos entregaron abanicos de madera de color palo rosa, el mismo de las
invitaciones, con las iniciales de los novios.
A la derecha de la nave central nos ubicamos la familia
del novio. El novio entró del brazo de su mamá, El padre del novio con la
abuela de la novia, y la novia con sus padres. La misa fue muy linda y emotiva, el padre habló del amor
de la pareja, de sus votos, de la alegría de compartir su camino juntos.
Las canciones que el coro cantó,
como el Ave María, nos embargó de emoción. Al término de la boda, en la puerta
de la Catedral, fuimos recibidos con fuegos artificiales, la banda de músicos y
bailarines nos fueron llevando hasta el lugar de la recepción. (unas cinco
cuadras más o menos). Allí, antes de entrar al salón principal, esperamos a los
novios, brindamos por ellos con un refrescante trago llamado: tinto de verano.
Nos tomamos fotos con la cámara polaroid y las pegamos en un álbum deseándoles
nuestros mejores deseos.
¡Llegaron los novios!, pasamos al salón grande donde
bailaron el vals.
Del techo colgaban grandes lámparas, las mesas wash decoradas
con un florero en el centro con bellas flores. Una tarjetita con tu nombre en
el lugar indicado de la mesa. El menú impreso y al costado una ramita de
eucalipto decoraba el plato. Muchos delicados detalles. Los discursos del papá
del novio, de la mejor amiga de la novia fueron antes de la cena y después la
del hermano del novio.
La cena consistió en ensalada de primer plato y de segundo plato pescado, con puré y vegetales.
Los dulces una mención especial, un éxito, delicados sabores de manzana, maracuyá,
fresa, mezclados con chocolates, cremas etc.
La hora loca trajo la cúspide de la alegría y diversión,
la banda tocó sin parar y animaba a los bailarines y los personajes del
carnaval, nos repartían anillos, antifaces y gorros, mientras los novios volaban
por los aires.
¡Llegaron los novios!, pasamos al salón grande donde
bailaron el vals.
Del techo colgaban grandes lámparas, las mesas wash decoradas
con un florero en el centro con bellas flores. Una tarjetita con tu nombre en
el lugar indicado de la mesa. El menú impreso y al costado una ramita de
eucalipto decoraba el plato. Muchos delicados detalles. Los discursos del papá
del novio, de la mejor amiga de la novia fueron antes de la cena y después la
del hermano del novio.
La cena consistió en ensalada de primer plato y de segundo lato pescado, con puré y vegetales. Los
dulces una mención especial, un éxito, delicados sabores de manzana, maracuyá,
fresa, mezclados con chocolates, cremas etc.
La hora loca trajo la cúspide de la alegría y diversión,
la banda tocó sin parar y animaba a los bailarines y los personajes del
carnaval, nos repartían anillos, antifaces y gorros, mientras los novios
volaban por los aires.
Dom. 28 de agosto 2022
Nos despertamos como a las 11am, cuando
salíamos a caminar llevaba mi mochila, con lentes, gorra, bloqueador Un skin,
mi diario y un lapicero. El barrio de Getsemaní está lleno de Banderolas y
paraguas de muchos colores que atraviesan las calles, en las esquinas
encuentras vendedores de fruta, papaya,
piña y coco. Buscamos la casa de Gabriel García Márquez, de color naranja
ubicada en frente del malecón, en una esquina (sin cartel). En el cielo las
cometas volaban, algunas grandes otras pequeñas, de diferentes formas y
colores.
En las ferias de artesanías se
puede comprar polos, lapiceros , pulseritas, etc como recuerdos.
Buscando el restaurante Candé,
llegamos al C.C. La Serrezuela (antigua plaza de toros), todo de madera,
también tienen tiendas modernas y una terraza con una espléndida vista de la
ciudad.
El patio de comida se encuentra en
el último piso, del restaurante Misia, de comida colombiana, compré uñas de
cangrejo y chicharrón de pescado. Del restaurante peruano La Gloria, la
estrella fue el ceviche.
Tomamos fotos en la plaza de la
India Catalina, y regresamos al hotel.
Mi hermano y familia, fueron a la misa de la Catedral, luego nos daríamos en el encuentro en el Restaurante italiano Di Silvio, (media hora de cola). Deliciosos gnocchi, fetuccini, lasañas. Empezó una tormenta con rayos y relámpagos, sonaba fuertísimo parecían bombas, la gente se asustó, no podíamos salir, la ciudad se inundó, no había taxis. Después de una hora, cuándo se calmó, nos prestaron bolsas de basura (nuevas) para ponernos como ponchos y caminamos al hotel La Armería, que estaba relativamente cerca. En el trayecto un taxista sobreparó y llegó a pedir 200,000 pesos, cuando lo normal era 20,000. .
Lun.29 de agosto 2022
Durante el día paseamos en los
buses abiertos HOPON HOP OFF, precio 45,000 pesos, 14stops, puedes descender en
cualquiera de las paradas y volver a subirte a los 45min.
Nos bajamos en San Francisco,
entramos a la ciudad amurallada, una joyería, me vendió un anillo de esmeralda,
que ajustaron en veinte minutos a mi medida del dedo.
Nos regresamos a Bocagrande, nos
sentamos en el café Juan Valdez a leer y escribir.
Caminamos al CC Bocagrande, del 3er
piso se ve un colorido atardecer. Una exposición de una artista colombiana, su
trabajo consta en hacer esculturas en miniatura, algunas de ellas dentro de un
ojal y representaba los personajes del carnaval. La cena en un restaurante
argentino en la Av. Carrera 2da, un baby beef buenísimo.
MARTES 30 de agosto
Con pena llegó el día del retorno a
Lima.
Listos el formulario de salida de
Colombia. Tramité la devolución de impuestos (en treinta días lo depositan en
la tarjeta de crédito). El aeropuerto de Cartagena es pequeño a comparación de
él de Bogotá. Un vuelo rápido y tranquilo nos llevó a casa. Hermosos
recuerdos quedan en nuestro corazón.
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